jueves, julio 23, 2009

DOCUMENTOS PERDIDOS MEDELLIN

En aras del respeto y de facilitarle la vida a nuestros conciudadanos, si encontramos unos documentos de otra persona o por infortunio perdimos los nuestros, anunciemos en este espacio lo que buscamos o lo que pretendemos devolver.
Para ello indiquemos, cuando menos, los siguientes datos del propietario de los documentos buscados / extraviados:
  • · Nombre del propietario
  • · Número de identificación del propietario
  • · Teléfono fijo
  • · Teléfono celular
  • · Correo electrónico
  • · Observaciones, datos adicionales, señas particulares de lo perdido y demás
Ayudemos a quienes extravien los documentos a recuperarlos, evitándoles costosos y engorrosos trámites, bien sabemos todo el trabajo que significa volver a obtener la cédula de ciudadanía, libreta militar, licencia de conducción, matrícula de vehículo, carnet de identificación de la Universidad o colegio, carnet de identificación del trabajo, tarjeta profesional, certificado del DAS, tarjeta de crédito, tarjeta débito, libreta de teléfonos, etcétera.


miércoles, julio 15, 2009

LOS SECRETOS

Vale la pena detenerse a pensar un poco en los secretos, esos recónditos guardados de iniquidades, pensamientos, amores, actos, vanidades, desventuras o cualquiera otra materia objeto de tan celoso tratamiento. Frente a estos asuntos es casi automático ligar la idea con el confidente, el conocedor por que le confían o quien se enteró por cuestiones circunstanciales; claro está que los secretos con este hito gozan de especial consideración, para lo que recojo a Voltaire en su apreciación: " El que revela el secreto de otros pasa por traidor, el que revela el propio secreto pasa por imbécil"…

Los deseos, bien sea ya satisfechos o en deliquio, cruentos e infames, así como también los pasados de rosa y ensoñación, cuando se tornan tan especiales que avergüenzan al deseoso, pues tornasen excelentes ejemplares de secreto. No faltará el fulano que es incapaz de guardar sus asuntos en ese estado y se hace a múltiples confidentes, bien sabemos por Voltaire que goza del calificativo de imbécil limpiamente ganado, ese personaje más hiciera dedicándose al chismorreo y al despotrique. Total que bajo esta óptica, los secretos mejor no tenerlos para evitar la tentación de revelarlos…

 

martes, julio 14, 2009

DESDE AHORA

En lo adelante me propongo no desperdiciar tiempo dedicado a labores inútiles. Evitaré andar con rodeos, más bien y por el contrario, trataré de decir lo propio en el momento oportuno, sin celeridad, sin prisas, pero sin retrasos. Sabré vivir el tiempo a su paso sin anhelos por lo que vendrá ni nostalgias por lo que se fue. Los fulgores del desvarío que acumulan cuitas indecibles serán piezas del museo en que convertiré mi pasado.

Todos estos deseos –más que propósitos- serán la línea de defensa para cuando decida definitivamente dejar de carecer de plan… para empezar a morir agendado…

 

lunes, julio 13, 2009

DEL MAL Y OTRAS BONDADES

Desde el momento en que decidimos hablar del mal estamos atribuyendo a nuestro ser cierta capacidad de divinidad, cierto parentesco con los dioses, para hacernos lo suficientemente buenos y discernir (¿o decidir?) con propiedad qué y cuáles actos y/o personas son buenos de los que no. Partimos, ya equivocados, de la idea de que el mal brota de los malos y sus males, la gran y ridícula paradoja radica en que el mal, por antonomasia, ha surgido de los más altos y calificados ideales, de allí que las guerras fabricadas para derrocar el mal son las peores; crudos ejemplos tiene la historia, los que no vale la pena traer en recordación, ellos en su conjunto tienen algún abanderado dios comandando los ejércitos: Dios del cielo, dios de la tierra, dios dinero, dios poder, dios grande o pequeño pero al fin y al cabo dios…

Si las cosas fueran así de simples, si efectivamente hubiera lugares donde fétidos y desagradables seres se dedicaran a urdir sórdidos planes, a idear maneras de causar el mayor daño posible, ocupados en perpetrar nuevas y mejoradas iniquidades… pues bastaría con aislarlos del resto de bondadosas personas que habitarían a sus alrededores y con toda sencillez destruirlos. Pero resulta que no existe tal imaginaria línea divisoria de buenos y malos, sino que más bien parece una onda imperceptible que comunica infatigable e imparablemente todos las personas, formando una red (que ya bien la desearía cualquier cibernauta empedernido) en la que participamos todos, de tal suerte que no es factible la idea de tan arbitraria separación.

Viene a la mente la palabra horror para intentar describir las encrucijadas en que se ha metido el hombre en su alocado intento de convencerse y convencer a los demás de que es posible identificar plenamente a los malos… El horror es aquello que falto de humanidad conduce al hombre a hacer daño a otros a fin de “prevenir” el daño de otros seres (los malos) para consigo mismo, cuando estos malos congéneres solo existen porque él mismo los proyecta, los hace con todo aquello detestable que lleva dentro. El horror hace que quienquiera que lo reconoce sienta nauseas profundas por las abundantes y detestables características de quien reconoce como (desde ese momento) su aborrecible enemigo, es decir este bondadoso hombre que ve el mal en otros, se va fabricando paulatinamente sus propios demonios, de tal manera que ya no puede cejar en su empeño de “limpiar” el entorno de tanta maldad, pero a su vez los malos a su alrededor se irán multiplicando de vertiginosa manera.

Estos hombres que tan proféticas labores de identificación de malos realizan, con tanto empeño y dedicación, terminan tendiendo los complicados hilos de las marionetas, mismos que se irán multiplicando a medida que se vuelve más experto en identificación sus aborrecibles enemigos (su propio de reflejo de maldad exaltado y potenciado día tras día).

Este eterno ciclo de profetas y malos en continuo redescubrimiento y cambio (de bando incluso), ha ido alimentando un insaciable apetito caníbal, lo que finalmente trae como resultado inevitable un suicidio lento, un suicidio de la humanidad que se materializa día tras día desde hace milenios.

Digamos que el hombre es el único animal capaz de producir masivamente sus propios enemigos, como una manera de escapar a las maldades de su propio ser. Es el hombre juzgador quien a partir de su “mal yo” reprimido, proyecta inconscientemente ese cúmulo de maldad sobre sus enemigos. ¿Un acierto más en la escala del odio? Es así como logramos que nuestras armas sean defensivas, en tanto que las del enemigo son hostiles, nosotros somos justos y verdaderos (estamos acompañados por nuestro vapuleado dios) ellos (los malos), por el contrario, son mentirosos, crueles, injustos… obviamente, son todo lo malo que identificamos en nosotros mismos.

domingo, julio 12, 2009

La tarea del contador... de cuentos

Las primeras aproximaciones del hombre a una explicación de su entorno se dan a través del cuento en su época de infantes. Ya luego, comprenden que los cuentos no representaban lo que anhelaron, sin embargo, prefieren continuar viviendo los cuentos antes que abrir sus ojos a la realidad.

La fuerza del cuento es inigualable, se constituye en el primer tema serio sujeto a conversación entre los hijos y sus padres (cuando estos últimos guardan la sana costumbre de echar cuentos a sus hijos). Los cuentos del contador, al contrario de los maternos, carecen de la fuerza, el sentido, el peso y la candidez por ser de construcción en un momento tan fugaz (lo del famoso "corte"), por no gozar del privilegio de la creación colectiva, sin la cadencia de la voz tierna y consentida, cuestiones que a la larga condicionan la continuidad, la complejidad y la magia con que se graban en la memoria de nunca perder aquellos entretenedores coloquios maternos desprevenidos.

La gran mayoría de los lectores (porque eso narrado se hace invivible) de los cuentos contables, no tienen manera simple de proveerse una estructura de fantasías y potenciadores de la capacidad de imaginación para gozar de estas sórdidas piezas. Creo que más lograríamos si pudiéramos hablar de gnomos, enanos, gigantes, hadas, micos y patitos con los que explicar de manera práctica y entretenida las fuerzas del mercado, la potencia de los monopolios, la necesidad de los impuestos, el cierre de fábricas, las pérdidas inconmensurables de los organismos del estado, en fin ese amplio abanico de realidades que supuestamente refleja la contabilidad en su esquemático resumen de Activos – Pasivos = Patrimonio…

Uno más, aunque sin camino

Probando estas tendencias de la tecnología y sus aberrados usuarios, se dispone uno un tanto estupefacto en cuanto nota que no se precisa saber gran cosa para estar dando a conocer sus dos o tres ideas (cuándo logra que sus pavadas alcancen este calificativo).

Sin embargo, le queda a uno la preocupación por la cantidad de basura que puede estar generando, inundando este virtual mundo de palabras sin sentido alguno, aborreciendo a aquellos que pese a su incapacidad demostrada para decir algo lo publican sin censura alguna… es decir, son temores que bien fundados o infundados nos amedrantan.

A la izquierda y sin padre

Es el espacio dedicado a la reinvención de la posición al lado del creador.
De nada sirve conservar la esperanza si no se alimenta con lo que se obtiene día a día.
El espacio para lo inmoral y degradante se abre camino a pasos vertiginosos a cada recodo, no por ello se puede desfallecer.
De nuestra pertinaz indiferencia se nutre el dolor y la maldad.