Viejos siempre viejos tienen el poder
y en sus putas casas algo que comer,
dulces mujercitas con las que vivir,
y sin ideal, mejor sería morir.
Ya todos sus sueños
en la tumba están
y desde el averno
gritan: ¡Ya no más¡
Siguen la rutina del sobrevivir
Sin crear ya nada, tan solo consumir.
Perros gilipollas, ¿Por qué os agacháis?
¿Acaso no soñáis? ¿Acaso no esperáis?
Ya todos sus sueños
en la tumba están
y desde el averno
gritan: ¡Ya no más¡
Esta ya no es vida: limitarse a producir,
ganarse unas monedas y no poder decir.
Callarte y no sentir es la perspectiva,
presos de la vida, sin ninguna iniciativa.
Ya todos sus sueños
en la tumba están
y desde el averno
gritan: ¡Ya no más¡
(Julio 12 1995)