martes, noviembre 30, 2010

Para parar

Cuando la vida es sólo eso,

cuando los sueños han cesado,

cuando la muerte ronda,

cuando la respiración y el pálpito

te recuerdan que aún no mueres,

olvida para renacer.

 

Si ya tus pasos no tienen prisa,

si hoy tu pasado no importa,

si sabes que no has legado para el futuro,

si sólo conservas la posibilidad de morir,

olvida para renacer.

 

Olvida para renacer,

abandona tu suerte

tentándola a morir,

muere para brillar,

para renacer hay que morir…

un poco.

 

jueves, noviembre 25, 2010

Muere la verdad

Pequeña soledad que tanto

preocupa,

déjate convencer del llanto

y llévate un par de eternidades

al fin…

 

Las palabras tan ajenas son

de la verdad como la

mente de la realidad…

son promesas de entendimiento

que fenecen a cada sílaba,

aniquilan verdades por doquier,

las palabras crean ausencias.

¿Acaso por decir vida se aparta la muerte?

¿Será que diciendo amor cesa la guerra?

¿gritando felicidad se despoja el dolor?

¿hablando de comida ya no hay hambruna?

 

Las palabras se mofan de nosotros

con su invisibilidad, aberrante,

maliciosa, hilarante. Seducen

en conciliábulos del saber

nuestras débiles mentes

que no tienen más remedio

que sucumbir… al placer de mentir impunes.

 

Palabras cual guardianes,

hombres viciosos hablando,

mejunje aborrecible:

intenciones de verdad con

una sarta de palabras mentirosas

adobadas con las sarasas ideas de un idiota

que se pretende sabio…

siete lirios para el entierro.

Basta aguardar la licuefacción.

Rancios hedores acompañan el proceso.

Durante este tiempo unas cuantas lágrimas

correrán por mejillas sonrosadas de gentes

que han creído el conjuro.

 

¡Basta! déjese algo para los carentes…

de algo, de todo, de nada.

 

Más allá del insondable vacio

está la presencia de quien yo amo,

entre las ruinas de mis conceptuales construcciones,

rodeada de los trozos de todas mis destrucciones,

en el centro de mis palabras por decir sigue en píe,

incólume, tranquila, es noesis desprovista de las caparazones

del decir. Se precisa para disipar las

apariencias falsas del

existir.

 

La verdad es la puta que

fallece a cada palabra,

y aquí estamos gritando todo

el tiempo;

pese a todo,

de

muerte en muerte,

seguirán

aflorando para

morir.

 

Junto a mi sigue

la soledad, se

empeña en

velar las

lágrimas.

 

 

 

lunes, noviembre 22, 2010

No estas conmigo

Noches cruentas que se alargan

eternizando el amanecer,

susurros que revelan tu ausencia,

vacios insondables cubiertos

por brumas densas y frías.

 

Frases sin acabar cabalgan

entre labios sangrantes y

amoratados, risas confusas

atestiguando locuras

atiborradas de verdades.

 

El recuerdo de tus ojos devela secretos

nunca sacrificados, espaldas cansadas de

cargas vanas por caminos vacios y empedrados,

recitales de emociones: y yo…

y vos: No estás conmigo…