Con el paso del tiempo he logrado
acumularte debajo de mi piel,
te has metido tan adentro que jamás
lograría despojarme de tu recuerdo.
Huyo despavorido y me sigues
anudada a mi propia sombra,
ansioso miro alrededor y tu imagen
está presente en cada mirada.
Es tal tu Luz que enceguece,
(estas en la sombra que proyecto)
tal tu agua que sacia mi sed
(lástima la sal restante en boca)
Algún día encontraré el lugar a que pertenezco:
quizá en algún momento tenga luz propia
(no importa que agonice en un cuarto oscuro),
acaso en el futuro tenga un manantial
(aunque pútrido y de pocas gotas).