domingo, febrero 20, 2011

EL SOL FALLECE

Veo pasar, muy lentamente,
todo ese amor hacia la muerte,
ella se va, deja mi mente,
por causas que hoy, yo no comprendo.

Ella lloró, regó sus lágrimas,
sin comprender su fea suerte,
conmigo a su lado, todo fenece,
no pudo ahí, volver el tiempo.

Se va a prisa, se desvanece,
solo percibo, el aroma de su cuerpo.

Deja aquí, dentro de mi pecho,
un gran vacío, llenó el espacio,
donde su cuerpo llenaba mi vida,
hoy sólo creo, que el sol fallece.

Ya justo aquí, un gran inclemente,
llora y grita, por lo que pierde,
y mis palabras se marcan fuerte,
dejan decir: amor eterno.

Se va a prisa, se desvanece,
solo percibo, el aroma de su cuerpo.

Hay otro día, ya no me importa,
sigo aguardando que ella vuelva
y desde aquí veo venir,
rauda la muerte, a mi…

Tanto dolor, he soportado,
que ya agoté todas mis fuerzas,
viajo solo, en busca de ella,
encuentro sólo su fantasma…

Se va a prisa, se desvanece,
solo percibo, el aroma de su cuerpo.

Todo es inútil, se acabó el tiempo,
ya amaneció, ya hemos muerto.
El mundo nuestro: se consumió;
quedan cenizas, el sol fallece.

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