La miseria y el desgano ahondan la pesadilla de seguir siendo.
Los demonios y fantasmas merodean mis momentos y no me dan sosiego.
Palabras graves con aire de trascendencia hacen eco en el rebujo que mi mente se ha vuelto.
Los embrujos de la mujer amada como niebla cubren mis miradas.
Ya sin visión clara pertenezco al ensueño,
mi mundo sólo ideas falsas y engaño representa,
de nada sirven embravecidos y colosales esfuerzos,
azules espejismos adornan el cruento paisaje.
Bebedizos de odio, amor y otras fútiles pasiones
inundan mi paladar con sus hieles y mieles,
el apetito de saber, tener y poder estruja mis vísceras,
el miedo irrefrenable de estar sin ser… me mata.
Juan Manco, usted escribe muy bien.Sus poemas son excelentes...
ResponderEliminarDe nuevo me confundo un poco con el contexto del poema, supongo que habla de la muerte, auque no negaria la posibilidad de que habla del ser amado, ¿y que diferencia hay?, el uno iguala al otro, "Los embrujos de la mujer amada como niebla cubren mis miradas".
Si tan solo la pasion fuera tan libre...que superara el pensamiento del miserable...
Si tan solo fuera tan bruzca que matara solo con pensarla, pasión, pasion por la muerte, por la oscuridad, no lo entiendo, solo se eso, que no lo entiendo...