domingo, febrero 05, 2012

Aún desde la lejanía impuesta

Hoy que ingiero las últimas gotas de la savia maldita,

veo a cada sorbo aparecer tu difusa imagen,

llenan  mi mente tus risas fugaces en torno a

las muchas palabras vanas por mi boca emitidas.

 

Recuerdo, también, que tus recuerdos infantiles

no han de ser los más absortos en los ensueños,

porque tu aprendizaje a sido a paso redoblado,

un acoso injustificado para el entendimiento.

 

Tus regordetas manitas anuncian una bondad afable,

tus inquisidores ojos penetran profundo cual taladros,

tus firmes piernecillas levantan una vida por delante,

es tu vida mi deseo reprimido de lo no alcanzado.

 

Cultiva tu entendimiento de sin igual manera, oh

pequeño escuincle, dale vitalidad a esa capacidad,

has de saber que siempre estaré atento a tus

necesidades, aún desde la lejanía impuesta.

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