Una lágrima corre abriendo surcos,
un suspiro suena ensordecedor,
la calma del mar de nada sirve
más cuando esta todo sin luz.
Una mirada triste perenne esta,
deseos y ansias de juntos andar,
tormentas y vientos agitan la mar
de poco sirve la débil luz agitar.
Una voz clama quedo al altar,
palpitares a brincos del corazón,
ecos lejanos se oyen junto a la mar
los halos de luz eternos parecerán.
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