lunes, diciembre 05, 2011

Cuando los perros ladran

Se oye cantar la noche,

justo luego de estar mediada,

casi siempre rodeada de las ansias

de un buen grito, enceguecida

por la oscuridad demente de

una idea infeliz y odiada.

 

Se pinta de rojo el alba,

justo luego de tibiar el alma,

mascando rabias de cosas vanas,

olvidando rezos que ahogan

penas, dejando risas de miel tiradas

en muecas, sin mover la cara.

 

Se acobarda de azul la mente,

justo luego de matar el alba,

sonriendo de fugaz macabra,

cuando el cantar de la noche acaba,

inmola las ansias y también el alma,

cuando los perros ladran.

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